Cocktail man I.M.R.
Para andar por la vida no sé si es bueno o malo tener un olfato y un gusto tan privilegiado como el suyo, porque, por desgracia, no todos los olores y sabores son perfumes. Pero el caso es que Rafael Martín ha sabido hacer de tan portentosa facultad su leit motiv.
Martín sabe por experiencia lo difícil que resulta explicar las sensaciones, y más las olfativas, “por no decir todos los componentes que intervienen en la elaboración de un cóctel” es decir, la adecuada o milimétrica proporción, un trabajo puro de alquimia en la mezcla de diferentes bebidas, alcohólicas o no, combinadas con jugos, especias, frutas, cremas, agua tónica u otras bebidas carbónicas…, ya sean en coctelera, vaso mezclador, en frozzen, flambeados o en directo, sin olvidarnos, por supuesto, de la decoración del coctel, que debe ser estimulante y atractivo, lo que no quiere decir extravagante ni grotesco, lo que arruinaría un buen trabajo.
“El cóctel es necesario conocerlo como técnico, pero también al otro lado de la barra o en la mesa, como consumidor, asimilando cada momento del día, al estado de ánimo, la gastronomía, porque, en definitiva, lo que buscamos en es una satisfacción anímica” nos dice un Rafael Martín que, casi como un sagaz psicoanalista, tras las primeras palabras con el cliente, debería adivinar sus gustos. Lo cierto es que, Cocktail man, como le llaman su compañeros, puede luchar contra corriente sin miedo a perecer en el intento, porque la autoridad de su currículum se lo permite. Campeón Panamericano de Coctelería 2011 (Europa-América); segundo concurso más importante a nivel mundial; Campeón de Baleares de Coctelería 2011; Campeón de España Absoluto de Coctelería 2011; Campeón de España 2010 en la modalidad Lon Drink; Campeón de España de Gin Tonic; sin contar la treintena larga de títulos conseguidos a lo largo de su vida profesional. En la actualidad es el barman ejecutivo del Grupo Capuccino y, viajará a Pekín en el mes de octubre representando a España en el Campeonato del Mundo.
Para Martín el coctel, el mundo de las mezclas vuelve a la carga tras haber quedado relegado a unos pocos locales selectos. Hoy, el coctel abre sus embrujos a los más jóvenes, cada vez más entendidos, que buscan algo más para reanimar su flujo sanguíneo. “Yo tengo una guerra planteada con algunos barmans porque se empeñan en que las catas sólo las hagan los profesionales. Para mí, en una buena mesa de cata debe estar sentado hasta un diseñador”.
En cuanto al boom actual del gin tonic, alocado y desenfrenado, que ya no se valora por el servicio, sino por el cada vez mayor número de ginebras y tónicas que se ofertan en el local, Martín no duda en opinar de que “se trata de una moda que estimo pasajera, y que, como ya ha ocurrido en anteriores ocasiones con otros combinados de moda, tendrá su tiempo, dando paso a otra combinación. Así ha sido y así volverá a ocurrir.
El próximo reto será el Campeonato del Mundo, que se celebrará en Pekín en el mes de noviembre, y eso ya son palabras mayores. “Efectivamente. Allí me encontraré, creo que con 60 barmans, muy bien preparados, que representarán a otros tantos países. Son meses de duro trabajo, de preparación, para conseguir una bebida perfecta”, termina diciendo Rafael Martín.